10 ocasiones en las que realmente necesitas un coche nuevo
¿Llevas tiempo conduciendo el mismo coche? Puede que ahora te cueste desprenderte de él. Al fin y al cabo, lo habéis conducido juntos todos los días durante años y lo consideráis un poco como vuestro mejor amigo.
¿Llevas tiempo conduciendo el mismo coche? Puede que ahora te cueste desprenderte de él. Al fin y al cabo, lo habéis conducido juntos todos los días durante años y lo consideráis un poco como vuestro mejor amigo. Sin embargo, hay ciertas señales que indican claramente que realmente ha llegado el momento de cambiar. Si te encuentras en una o varias de estas 10 situaciones, lo mejor será que visites tu concesionario y compres un coche nuevo. Por último, te aconsejo que lo hagas si te preocupa tu propia seguridad o para evitar que tu cartera se resienta.
Reparaciones que cuestan más que el valor
Es perfectamente normal llevar a reparar un coche cuando se avería, al menos si se trata de una reparación pequeña. Pero si los costes son demasiado elevados, no tiene sentido. Al fin y al cabo, no somos tan tontos como para gastar dinero en el taller para comprar el mismo modelo en mejores condiciones, ¿verdad?
Kilometraje muy elevado
Se considera que un coche está en bastante buen estado si no ha recorrido más de 200.000 km. Una vez que el cuentakilómetros ha superado los 250.000 km, o incluso los 300.000, corre el riesgo de tener más problemas mecánicos que antes. Si lo conduces a diario, tardará entre 10 y 15 años, dependiendo del uso que le des.
Principales problemas de seguridad
Un ruidito extraño puede ignorarse temporalmente, pero cuando se trata de seguridad, ¡ni hablar! Un vehículo con problemas en los frenos, la dirección o los airbags no debe utilizarse bajo ningún concepto. Si estos problemas no pueden repararse, es imprescindible comprar uno nuevo.
Averías frecuentes y repetidas
¿Fuiste al mecánico la semana pasada y esta mañana ya tienes problemas para arrancar el coche? Te hace preguntarte si el coche está hecho para conducirlo o para decorar el garaje. ¿Y de qué sirve si no puedes usarlo a tu antojo?
No superar repetidamente la inspección técnica
La inspección técnica tiene por objeto comprobar que tu coche es seguro para conducir. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que la razón por la que tu coche no pasa la inspección es que está listo para el desguace. Ahorrarás más dinero comprando un coche nuevo que intentando repararlo.
Necesidades familiares cambiantes
Cuando eres soltero, puedes conformarte con un pequeño Smart de dos plazas. Pero cuando tienes cuatro hijos, incluso un coche urbano ya no es suficiente. En estos casos, querrás cambiar a un monovolumen en el que puedan sentarse todos. Y si quieres irte de vacaciones con los abuelos y el tío Ben, necesitarás un minibús.
Consumo excesivo de combustible
Antes, un depósito lleno bastaba para varias semanas. ¿Ahora no te dura más de diez días, aunque tus hábitos no hayan cambiado? Eso significa que tu motor tiene muchos años. Tus gastos se van a acumular, y ni siquiera voy a mencionar los costes de mantenimiento que te esperan.
Corrosión avanzada del chasis
El chasis es la columna vertebral del vehículo y todos los demás componentes pueden considerarse accesorios. Así que no se puede sustituir como otras piezas. Así que si está en mal estado, no tiene sentido ni siquiera intentar repararlo. Comprar un chasis nuevo significa comprar un coche nuevo.
No se cumplen las normas medioambientales
Para proteger nuestro planeta, los vehículos deben cumplir diversas normas medioambientales, sobre todo en materia de emisiones de CO2. ¿Utilizas un modelo antiguo que contamina demasiado? No sólo se te prohibirá la circulación en determinadas zonas, como las urbanas, sino que además podrías enfrentarte a una cuantiosa multa.
Tecnologías obsoletas
Tecnologías como la asistencia al conductor, las cámaras de marcha atrás y el ABS se han convertido en estándar en los coches modernos. Si sigues conduciendo a diario un modelo de 1985, es que no eres lo bastante seguro para conducir con la media de la gente. en aquella época, los elevalunas eléctricos ya eran dignos de ciencia ficción.