Entra en cualquier concesionario y pide probar un coche con transmisión manual. Luego, observa la cara del vendedor. Probablemente tendrán que comprobar si tienen uno en el concesionario. Hace veinte años, esa misma pregunta se habría respondido con un encogimiento de hombros y un puñado de llaves. La mitad de los coches eran de marchas cortas y todo el mundo sabía conducirlos.
Entra en cualquier concesionario y pide probar un coche con transmisión manual. Luego, observa la cara del vendedor. Probablemente tendrán que comprobar si tienen uno en el concesionario. Hace veinte años, esa misma pregunta se habría respondido con un encogimiento de hombros y un puñado de llaves. La mitad de los coches eran de marchas cortas y todo el mundo sabía conducirlos.
El cambio fue tan gradual que la mayoría apenas se dio cuenta. Un año, los automáticos se hicieron más suaves. Al año siguiente, eran más sensibles. Y antes de que nadie se diera cuenta, algo que solía estar en todas partes se había vuelto sorprendentemente difícil de encontrar.
Siga leyendo para descubrir qué acabó con la palanca de cambios y por qué su desaparición es más importante de lo que cree.
Descenso de las ventas de transmisiones manuales
No hace mucho, el cambio manual tenía una gran cuota de mercado. En los años 80, más de un tercio de los coches estadounidenses eran manuales. En 2023, esa cifra ha caído por debajo del 2%. Muchos fabricantes los abandonaron por completo, dejando sólo unos pocos modelos deportivos que se mantienen en la línea.
La automatización se convierte en norma
Con el paso de los años, a principios de la década de 2000, los sistemas automáticos pasaron de ser "opcionales" a "de serie": requerían menos esfuerzo de aprendizaje y el aumento de la eficiencia eliminó una de las pocas ventajas que tenían los manuales. Si añadimos las CVT y los sistemas de doble embrague, el cambio hacia los automáticos no hizo más que acelerarse.
Cambio de tendencias en Europa
Europa solía resistirse al cambio, prefiriendo durante mucho tiempo el control de un pedal de embrague. Eso está cambiando rápidamente. En 2020, más de la mitad de los coches nuevos europeos eran automáticos, y muchos conductores jóvenes nunca habían tocado un manual. La ola eléctrica no ha hecho sino acelerar ese cambio cultural.
El efecto EV
Los vehículos eléctricos asestaron el golpe definitivo. Al no necesitar transmisiones de varias velocidades, los VE eliminaron por completo las palancas de cambio. Tesla, Nissan y casi todos los fabricantes de vehículos eléctricos diseñaron sus coches sin cambio manual desde el principio. Esto hizo que los cambios de marchas se parecieran más a reliquias que a opciones realistas.
Opciones de flota en declive
Incluso los segmentos más manuales, como las camionetas y las berlinas compactas, han hecho la transición. El Honda Civic, el Toyota Corolla y casi todas las líneas de camiones se inclinan ahora por el cambio automático. Sólo algunas opciones, como algunos Jeep Wrangler, siguen estando disponibles, sobre todo para los apasionados del todoterreno.
Seguridad y accesibilidad
En ciudad, el tráfico de paradas y arranques hace que los automáticos sean la opción más fácil. También permiten una mayor accesibilidad a las personas con problemas de movilidad. En muchos países, los exámenes de conducir se están adaptando a los vehículos automáticos, por lo que las familias suelen animar a los principiantes a saltarse los manuales por completo, ya que los consideran obstáculos innecesarios.
Brecha formativa para nuevos conductores
Las diferencias de aprendizaje también aumentan. Cada vez menos autoescuelas imparten clases de conducción manual y las flotas de alquiler rara vez disponen de ellas. Eso significa que muchos nuevos conductores no sabrían manejar uno en caso de apuro, lo que crearía una brecha generacional entre los que pueden y los que no.
Mitos sobre el ahorro de combustible
Hubo un tiempo en el que los manuales ofrecían un mejor consumo de gasolina. Pero esta ventaja ya es historia. Los automáticos actuales, especialmente los CVT y los híbridos, superan en eficiencia al conductor manual medio. Cuando aparecieron los vehículos eléctricos, el argumento de que las transmisiones manuales ahorraban combustible desapareció por completo.
Restricciones a la concesión de licencias en el extranjero
Algunos países siguen estructurando los permisos en torno a la elección de la transmisión. En el Reino Unido, los exámenes tienen límites automáticos sobre lo que se puede conducir legalmente. A pesar de esa norma, cada vez más conductores eligen automáticos por comodidad, lo que está creando un nicho cada vez más reducido de personas capaces de manejar un embrague.
Factor de experiencia al volante
Lo que queda es la sensación. Los más entusiastas afirman que cambiar de marchas les hace estar más alerta y comprometidos con la carretera. Para otros, es una tarea innecesaria, sobre todo en ciudades con mucho tráfico. El debate pone de manifiesto que el estilo de vida, y no sólo las prestaciones, define la elección hoy en día.