
Jimmy Kimmel regresó a su programa nocturno después de los esfuerzos de la administración Trump para sacarlo del aire.
Hablando con una mezcla de emoción y desafío, Kimmel destrozó los intentos del presidente de silenciarlo, describiendo cómo las amenazas se extendieron mucho más allá de un ataque personal para incluir a ABC, el derecho constitucional de libre expresión e incluso el papel de la prensa misma en una democracia que funciona, un patrón de intimidación que advirtió que era profundamente peligroso y, en sus palabras: “antiamericano”
Una oleada de apoyo
Kimmel destacó la inmensa ola de apoyo que recibió tras su expulsión del programa la semana pasada, señalando que no sólo procedía de los telespectadores, sino también de otros presentadores nocturnos, desde Stephen Colbert y John Oliver hasta Jon Stewart, Jimmy Fallon, Conan O’Brien, la leyenda de la radio Howard Stern e incluso David Letterman.
Señaló que la solidaridad había traspasado fronteras y que presentadores de otros países le habían tendido la mano, y bromeó diciendo que incluso le habían ofrecido trabajo en Alemania.
Los que no le apoyan
El presentador expresó su profunda gratitud a su público por haberle apoyado durante todo este calvario, pero también dio las gracias a quienes no apoyan su programa o no comparten sus creencias, pero aún así defendieron su derecho a la libertad de expresión en estos tiempos de incertidumbre.

Señaló a figuras como Ben Shapiro, Candace Owens, Mitch McConnell, Rand Paul, Joe Rogan y Ted Cruz, enfatizando que, aunque está en total desacuerdo con gran parte de lo que dicen, reconoció el coraje que les tomó hablar en contra de la administración Trump, y les agradeció por ello.

Kimmel dijo: “No se puede permitir que el gobierno controle lo que hacemos y lo que no decimos en televisión”
“Tenemos que plantarle cara”
Kimmel deja las cosas claras
En un momento profundamente emotivo, Kimmel reconoció que, aunque había escuchado muchas opiniones sobre lo que debía decir o hacer en su regreso a las ondas, él realmente creía que no importaba, que seguiría gustando a los que le querían y que seguiría odiando a los que le odiaban.
Lo que le importaba, recalcó, era dejar las cosas claras “como humano”, dejando claro que nunca fue su intención hacer luz del asesinato de Charlie Kirk: “Comprended que nunca fue mi intención hacer luz del asesinato de un joven.”

“No creo que haya nada gracioso en ello”, añadió con firmeza, antes de señalar un post que había hecho en Instagram el mismo día del asesinato de Charlie Kirk, en el que expresaba su amor y sus condolencias a la familia y hacía un llamamiento a la compasión. “Lo decía en serio, y lo sigo diciendo”, afirmó Kimmel.
Kimmel también explicó que en sus declaraciones de la semana pasada, nunca tuvo la intención de culpar a ningún grupo específico por las acciones de lo que era claramente “un individuo profundamente perturbado.” Al contrario, dijo, sus palabras pretendían transmitir lo contrario, aunque reconoció que algunos pueden haber encontrado sus comentarios poco oportunos o poco claros.

Kimmel explicó que: “No creo que el asesino que mató a Charlie Kirk represente a nadie. Era una persona enferma que creía que la violencia era una solución, y no lo es… nunca”
Hizo hincapié en que la libertad de expresión en Estados Unidos siempre ha sido admirada en todo el mundo, admitiendo que él mismo la daba por sentada: “hasta que sacaron a mi amigo Stephen (Colbert) del aire”
Kimmel criticó a la administración Trump por intentar coaccionar a los afiliados que emiten su programa en ciudades de todo el país para que lo saquen del aire: “Eso no es legal, no es americano, es antiamericano y es muy peligroso”

Kimmel describió cómo la administración Trump, en particular el director de la FCC Brendan Carr y el propio Donald Trump, profirieron amenazas a plena luz del día contra la libertad de expresión e impulsaron la censura, acciones que incluso Ted Cruz comparó con las de los mafiosos.
Señaló las declaraciones que ambos habían hecho en 2022 defendiendo la libertad de expresión, destacando la ironía de que ahora estén atacando este valor fundamentalmente estadounidense.

A continuación, Kimmel bromeó sobre la única supuesta condición de su regreso en antena. Mientras muchos se preguntaban si le obligarían a decir algo o a permanecer en silencio, él explicó que Disney le había pedido que leyera un mensaje, ¡antes de proceder con los pasos para volver a suscribirse a Disney+ y Hulu!

La ola de indignación por su expulsión del aire la semana anterior había provocado una oleada de cancelaciones de suscripciones a los servicios de streaming de Disney como forma de protesta.
Una posición peligrosa con la administración Trump
Kimmel recalcó que se sentía un privilegiado por trabajar para una compañía que, a lo largo de los años, le había permitido moldear su programa nocturno hasta convertirlo en lo que es hoy. Admitió que sus comentarios a menudo incomodaban a la cadena, algo que él hace mucho, pero aun así siguieron defendiendo su derecho a burlarse de los líderes políticos y a abordar temas importantes y a veces incómodos en su plataforma, por lo que dijo estar profundamente agradecido.

Kimmel recordó que se sintió realmente enfadado cuando lo sacaron del aire la semana pasada, pero tras muchas conversaciones, la compañía “aunque no tenía por qué” decidió volver a ponerlo en antena, una decisión que agradeció, aun reconociendo que les coloca injustamente en una posición peligrosa con la administración Trump.
Subrayó que Trump había dejado claro que quería ver a Kimmel y a su equipo despedidos del programa, y añadió: “Nuestro líder celebra que los estadounidenses pierdan sus medios de vida porque no puede aceptar una broma”
Me conmovió profundamente.
-Jimmy Kimmel
La intención de Trump de recortar la libertad de expresión en Estados Unidos
Kimmel declaró que el mensaje es claro después de lo ocurrido con Stephen Colbert, con él mismo, y después de que Trump dijera abiertamente que quería que la NBC hiciera lo mismo con Seth Meyers y Jimmy Fallon.

Sostuvo que estas acciones revelan la intención de Trump de recortar la libertad de expresión en Estados Unidos, y advirtió que si algo así vuelve a suceder, todo el mundo debe levantarse y hablar en contra, porque Trump no se detendrá ahí. Kimmel subrayó que no se trata sólo de que los presentadores de los late-night hagan bromas a su costa, sino que las mismas tácticas se están utilizando actualmente contra los periodistas.
Kimmel señaló que el Pentágono está, en este mismo momento, aplicando un compromiso que exige a los periodistas no publicar nada que la administración no haya autorizado explícitamente, insistiendo en que esto es grave y exige la atención de todos.
Kimmel concluyó destacando las acciones de la viuda de Charlie Kirk, Erika, que dijo haber perdonado al asesino de su marido, un ejemplo a seguir, según el presentador. Kimmel lo describió como “un acto desinteresado de gracia” y perdón por parte de una viuda afligida, añadiendo: “Me conmovió profundamente”

Kimmel terminó diciendo que, al final, esto es lo único que realmente importa recordar de todo esto.