
Una presentación sobre las capacidades de sus nuevas gafas “inteligentes” se convirtió rápidamente en una pesadilla para el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, en la conferencia Meta Connect celebrada el 17 de septiembre.
Meta spent billions on AI-powered smart glasses so that its CEO could be humiliated onstage not once, but twice, by the tech's dismal failures.
— The Daily Beast (@thedailybeast.bsky.social) 2025-09-18T13:47:03.925871Z
El consejero delegado de Meta tuvo un momento embarazoso en la conferencia anual Meta Connect.

Mientras presentaba las nuevas gafas “inteligentes” asistidas por inteligencia artificial, la demostración se convirtió en una pesadilla.
Un momento embarazoso
El dispositivo, que debía guiar a un chef invitado en la preparación de una salsa “de inspiración coreana”, multiplicó los errores, dando instrucciones incoherentes. El chef tuvo que repetir sus preguntas varias veces, sin éxito.
Zuckerberg intentó entonces mostrar una videollamada a través de las gafas y una pulsera neuronal, pero la conexión falló, obligándole a hacer gestos incómodos en el escenario.

Para explicar estos contratiempos, Meta citó una mala conexión Wi-Fi. Zuckerberg intentó aligerar el ambiente con una broma, mientras que el director técnico Andrew Bosworth prometió comprobar el origen de los problemas.
Este incidente, ampliamente ridiculizado en las redes sociales, subraya los persistentes desafíos de Meta en su carrera hacia la IA y pone de relieve la fragilidad de unas tecnologías que aún distan mucho de ser infalibles.
¿Una desventaja cognitiva significativa?
Mark Zuckerberg declaró recientemente, según la CNN, que las personas que no lleven gafas inteligentes que incorporen inteligencia artificial podrían, en un futuro próximo, encontrarse en una “desventaja cognitiva significativa”:
“Creo que en el futuro, si no tienes gafas que tengan IA, o alguna forma de interactuar con la IA, creo que de forma similar probablemente estarás en una desventaja cognitiva bastante significativa en comparación con otras personas.”

En su opinión, estos dispositivos se convertirán en el puente ideal entre el mundo físico y el digital, capaces de ver, oír y razonar junto a su usuario.
La demostración, con sus numerosos errores técnicos, ofrece un sorprendente contraste entre la promesa de un futuro “indispensable” y la todavía frágil realidad de la tecnología, que coloca a Meta en una posición incómoda.

Zuckerberg lleva trabajando en sus gafas conectadas desde finales de 2017, con un primer modelo que se lanzará en 2021 y la ambición declarada desde hace más de 7 años de convertirlas en el dispositivo de IA imprescindible.
Pero si Zuckerberg quería demostrar que las gafas “inteligentes” pronto serán indispensables… por ahora, han demostrado sobre todo que pueden avergonzarle.